SAN SALVADOR DE JUJUY, salí de la ciudad, de tus influencias ajenas a tu tierra para adentrarme en el corazón de tu paisaje.
Recorrer tus huellas, tus heridas, tus arrugas, tus colores, tu canto, tu música y la voz de tu gente que nunca ha perdido la dignidad de un pueblo que aún sufriendo nunca se ha rendido.
Siempre se vuelve a Jujuy a agradecer a la Pachamama.